Este año por diversas razones no pudimos ir a las islas Malvinas ni al sur Argentino. La tripulación, el barco y otros asuntos estaban preparados, pero finalmente no pudo ser.

De este modo llegamos al final del verano y nos faltaba realizar una travesía para sacarnos las ganas.

Es así que surgió la idea de ir a Florianópolis aprovechando en parte los feriados extra largos de Semana Santa y el feriado homenaje a la guerra de Malvinas.

Nos encontramos todos el jueves 21 de marzo en el club YCA de Mar del Plata, donde estaba amarrado el Caoba desde principios de diciembre del 2023 para partir a primeras horas del 22 intentando aprovechar al máximo la cola de un centro de baja presión que había pasado unos días antes por Mar del Plata y que no pudimos aprovechar.

Nos encontramos con demoras burocráticas inesperadas que retrasaron la partida varias horas, lo cual más adelante nos llevaría a enfrentar vientos en contra más duros y generar atrasos extras en el derrotero previsto.

Si hay algo que en la náutica tenemos que saber es adaptarnos a las condiciones, ser flexibles. Y tuvimos que ponerlo en práctica ya que sumado a las demoras iniciales, las condiciones desfavorables del tiempo y un tripulante que no pudo adaptarse a la mar tan dura nos forzaron a realizar una escala en Punta del Este para su desembarco. De este modo y ante la falta de ventanas meteorológicas favorables decidimos sobre la marcha suspender el viaje hasta Florianópolis y recorrer todo el litoral Atlántico Uruguayo.

Es así que comenzando por La Paloma, fuimos a Cabo Polonio, Castillos, isla Verde y Archipiélago de la Coronilla, ya en el límite con Brasil. Bellísimas zonas, inexploradas desde el punto de vista de la náutica, playas paradisíacas interminables y sin contaminación y fauna marina protegida. Una combinación ideal para disfrutar cosa que hicimos con el Caoba y una tripulación de primera y muy divertida que nos llevó a pasar unos días memorables y que esperamos repetir próximamente.

¡¡¡Hasta la próxima!!!