Ushuaia - Mar del Plata
La cuarta etapa del Proyecto Caoba - Rumbo Sur será navegar desde Ushuaia hasta Mar del Plata, será así el inicio del regreso. El plan es hacer una vuelta más rápida de lo que fue la ida, con menos escalas, o más cortas. Igualmente habrá paradas obligadas para que la tripulación descanse, reabastecer el barco y volver a algunos de los lugares más entrañables del Canal de Beagle.
Zarpando desde el Club Náutico AFASyN en Ushuaia, se visitará una última vez el Paso Guaraní, la pingüinera en la Isla Martillo y la Estancia Harberton.
Luego se seguirá hacia el Este para visitar uno de los grandes pendientes de todas las etapas: Isla de los Estados. Si la meteorología es favorable, se pasarán una noche o dos en alguna de sus mágicas caletas y se visitará el Faro del Fin del Mundo.
Posteriormente se zarpará rumbo directo al Norte del Golfo San Jorge, se visitará Caleta Hornos y el Paso Leones para entrar al Puerto de Camarones a reabastecer y descansar luego de 570 millas de Atlántico Sur.
La última pierna de esta etapa será Camarones - Mar del Plata, 510 millas.
Una vez en Mar del Plata el barco quedará unas semanas hasta hacer la última pierna a Buenos Aires, con la cual se cerrará el Proyecto Caoba - Rumbo Sur y se comenzará a pergeñar la siguiente expedición.
Tripulación en esta etapa:
Bitácora:
Ushuaia - Mar del Plata
19/02/2021
La etapa 4, Ushuaia - Mar del Plata, comenzó el 19/02/2021 a las 05:00 y finalizó el 07/03/2021 a las 14:24, con una duración total de 16 días y 9 horas
Pablo Catalano
Isla de los Estados y el Bosque de las Extrañas Presencias
Pablo Catalano
22/02/2021
Llegamos con el Caoba a Puerto Hoppner y luego de elegir el lugar, el capitán Sigfrido dio la orden de fondear.
Con mi nuevo amigo Federico nos ofrecimos como voluntarios para desembarcar con el gomón a la playa y preparar los cabos de amarre a tierra a fin de protegernos de los famosos vientos williwaws.
Tal es así que nos pusimos los trajes de agua, botas, abordamos el bote y remamos entre agua azul oscuro y los cachiyuyos hasta embicar proa en la playa de piedra. Afirmamos el bote.
Allí tuve que hacer piruetas para subir por troncos a la parte baja del bosque, caminar entre verdín y rocas de la costa escarpada para buscar fuertes árboles, enlazar los cabos de amarre y pasarle a Federico el extremo del cabo para hacer un gigante as de guía de 5 metros de diámetro. Tal es así que al principio, al caminar por el bosque de lengas, toda mi atención se concentraba en pisar suelo firme, todo cubierto de ramas y cortezas, prestando mucha atención a no caer en algún agujero o fosa, prestar atención a que no hubiese algún animal escondido, siendo difícil el avance entre árboles secos, ramas frágiles, rocas y su altura de 5 metros sobre la costa de acantilado.
Finalmente, luego de un difícil caminar de 40 metros entre obstáculos, llegué a los árboles elegidos con aspecto firme, los enlace y pasé cabos de amarre a Federico quien esperaba 5 metros abajo, al pie del acantilado.
Luego, me puse a observar el bosque sobre la colina, y cada vez se hacía más fuerte y evidente la sensación de una extraña presencia en el bosque.
En todo momento me sentí observado, una sensación de vulnerabilidad y de estar en inminente peligro me invadió, era sentirme como si en cualquier momento fuera a ser cazado o flechado por aquella extraña presencia del bosque, era como sentir que un grupo de indios yámanas, antiguos habitantes del lugar, fueran a hacerse presentes, en cuerpo y alma, en una sensación de paralelismo en el espacio y en el tiempo, y sentir que esa presencia del bosque era muy evidente y real portadora de una energía muy densa. Escalofríos en el cuerpo.
Tal es así, que una voz interior me dijo .... ala .... es tiempo de regresar al velero Caoba ... y decidí emprender el camino de regreso a la playa, dejar atrás el bosque de lengas, rocas, y no volver a incursionar, por ese día, en el bosque, a fin de no sentir nuevamente esa sensación de vulnerable explorador, dejar atrás el bosque inhóspito, amenazante y dejar atrás aquella sensación de sentirme observado por aquellas viejas almas que habitan el lugar.
Así ha sido una de mis experiencias y sensaciones en la legendaria y lejana Isla de los Estados, particular y místico lugar del litoral Patagónico Argentino.
Sigfrido Nielsen
Ushuaia - Isla de los Estados
Sigfrido Nielsen
22/02/2021
La tripulación compuesta por Federico, Pablo y Pablo arribó el 18 de febrero, José ya se encontraba en Ushuaia y estaba incorporado al barco. Ese día se realizaron las compras, preparativos de último momento para poder cumplir el objetivo de partir el 19 a primera hora.
La noche del 18 tuvimos el asado de despedida de nuestros nuevos amigos del club AFASyN, el Tano, Edu, Laura, Raúl y la tripulación del San Patricio con Julio y Daniel se hacen presentes y cenamos en el Ángel B. El hermoso barco para eventos sociales del club.
Partimos a las 6 AM en punto, nuestro objetivo era llegar el 20 a las 4 AM al extremo SE de la península Mitre de la isla de Tierra de Fuego para remontar el estrecho de Lemaire con la estoa y marea subiendo ya que la corriente va de oeste a este en el Beagle y de Sur a Norte con la marea creciente. El cambio de marea ocurría a las 6:22 AM hora de la estoa de la bajamar.
El San Patricio decide salir con nosotros y partimos juntos en la madrugada del 19, los días ya se habían acortado notablemente y las luces del amanecer que a principios de enero se comenzaban a mostrar a las 4 AM recién se dejan ver a las 7 AM.
El Beagle se muestra apacible, vamos a motor a 5 nudos, llegamos a puerto Almanza y hacemos el Paso Guaraní, que ya lo hacía por 5ta vez, si bien ya le tenía la mano no se podía dejar de prestar muchísima atención a la derrota ya que es paso complicado con una determinante de 3 metros y lleno de rocas en las márgenes y en fondo, con algunos pasajes muy angosto (unos 20 metros de ancho). Pero que tiene unas vistas increíbles motive por el cual lo habíamos visitado muchas veces con otras tripulaciones.
Luego visitamos la pingüinera de la isla Martillo, entramos en la bahía de la Estancia Harberton para un último saludo desde el agua, Abby nos saluda desde su huerta orgánica, gran alegría de verla nuevamente y seguimos… el Beagle nos sigue despidiendo apaciblemente, seguimos a motor, recién a la tarde temprano levantamos todo el paño para navegar algunas pocas horas a vela con el viento franco del NW.
El San Patricio sigue a la vista a unas pocas millas y acordamos llegar juntos a la boca del Lemaire.
El atardecer llega tranquilo, el Beagle sigue siendo un lago y nos permite divisar a la distancia, a la altura de la isla Picton y Nueva manadas de orcas? Claramente visibles por los chorros de agua de su respiración.
Tremendo contraste del Beagle, pensar que a la ida ese tramo lo hicimos con vientos de 40 a 60 nudos, que pusieron a prueba la resistencia del barco y la nuestra. Ahora lo hacíamos a motor, en un espejo que nos permitía ver los chorros de la respiración de los cetáceos a varias millas de distancia!!!
Llegamos a la boca del estrecho a las 3 AM, siempre a motor y al no encontrar corriente visible en contra emprendemos la remontada pegados a la costa de Tierra de Fuego hasta llegar a la punta sur de la bahía Buen Suceso momento en el cual, y según el pronostico, el viento rota el N y luego NW para entonces sacar el Yankee, apagar motor y cruzar el Lemaire con rumbo al ansiado destino, la Isla de los Estados, cruzamos con algo de escarceos, una mar algo picada, típica del estrecho, pero que no llega a molestarnos y hacemos entre 7 y 8 nudos sólo con vela de proa.
La isla se presenta sombría, nubes bajas ocultan los altos picos montañosos que la conforman, el amanecer que prometía sol, se nubla y los colores se vuelven plomizos, una sensación extraña nos envuelve, con la tripulación compartimos sensaciones, misterio, amenaza, una naturaleza que se impone…
Arribamos a la caleta Hoppner, nuestro destino previamente acordado a las 11 AM y establecemos 2 líneas de cabos a tierra por las aletas, en la bahía que se encuentra entrando inmediatamente a estribor. Un par de horas mas tarde llega el San Patricio y se abarloa, estableciendo mismo esquema de amarra.
Esa tarde llueve y el cielo se mantiene nublado, los williwaws se hacen presentes y se vuelven una constante a ultima hora de la tarde y por toda la noche, los fondeos y cabos establecidos nos dan tranquilidad y descansamos.
El día siguiente se presenta soleado y mientras parte de la tripulación prepara un asado, Dany del San Patricio nos presta una ayuda invalorable, gracias a él logramos resolver la fuga de aceite que habíamos detectado el día anterior y que tanto me preocupaba.
A las 15 el San Patricio zarpa con el objetivo de fondear en Hoppner interior mientras que nosotros salimos a recorrer la bahía, escudriñamos el angosto paso que comunica ambas bahías que se ve muy angosto y poco profundo pero factible, volvemos a establecernos en el mismo lugar. Luego de analizar las opciones de tiempos disponibles para la singladura de la tripulación, opciones de recorrida por la zona y pronósticos meteorológicos que nos pasan desde el continente decidimos salir a primera hora del día siguiente, 22 de Febrero. Es así como el 22 salimos a las 6 AM para recorrer a un largo la costa norte de la Isla dejando por estribor el archipiélago formado por las islas del Año Nuevo e isla Observatorio...Hacemos unas 30 millas hasta llegar al extremo este de la isla, dejar a estribor la punta Laserre e ingresar en la caleta San Juan de Salvamento donde fondeamos en la Ensenada en 6 metros agua y bajamos a tierra con el gomón y establecemos un cabo a tierra. Nuestro objetivo era visitar el mítico faro de San Juan de Salvamento, o también llamado el Faro del Fin del Mundo, inmortalizado por la novela de Julio Verne. Destino ansiado por tantos navegantes de diversas partes del mundo.
Visitamos el faro, que en su interior es un refugio con mantas, garrafa de gas con hornalla y pava, mesa, bancos y que contiene recuerdos dejados por navegantes de todo el mundo. Nos anotamos en el libro de bitácora del faro, dejo los recuerdos que Rubén me había encargado (documentos de su travesía realizada años atrás), cuelgo un banderín del CNSE con los nombres de la tripulación, tomamos cientos de fotos y José prepara una picada espectacular, regada con vino y champán para festejar el logro. Disfrutamos cada momento de la estadía en el lugar y a las 6 de la tarde zarpamos en medio de una fuerte lluvia con destino norte, Caleta Hornos o Puerto Deseado, distantes algunos cientos de millas al norte.
Adelante nos espera el temporal anunciado del W y SW, el costo asumido de habernos quedado a visitar el faro o de no esperar varios días para una ventana de buen tiempo.
Sigfrido Nielsen
Isla de los Estados - Caleta Hornos
Sigfrido Nielsen
28/02/2021
El día 22 de Febrero, luego de un par de horas, al anochecer de un día plomizo el viento del SW comienza a aumentar cada vez más y nos cachetea toda la noche, registramos al menos una racha de 65 nudos por la aleta (con lo cual al menos estaba soplando 70 nudos de racha, o sea unos 130 Km/h, el barco aún sólo con la trinquetilla algo enrollada se torna difícil de controlar ya sea a mano o por medio del piloto automático, es la media noche, luego de confirmar lo incómodo de la situación decido poner el barco a la capa con la trinquetilla en crujía y el timón atado con algunos grados a barlovento, el barco se pone de través y toma de costado las olas y navega a unos 3.5 o 4 nudos hacia el norte de modo estable y seguro. Queda solo un tripulante de guardia y el resto a descansar, los rolidos son importantes y sobre todo molestos pero sin afectar la seguridad de la embarcación. Así transcurre toda la noche.
A las 8 AM ya del 23 de Febrero nos despierta Fede diciendo que el Caoba parece un barco fantasma :)), la frase pone de manifiesto el excelente estado de animo de la tripulación. El viento había disminuido y el Caoba se mecía suavemente con el oleaje de fondo. Establecemos velas de proa y el barco arranca, el viento ha disminuido temporalmente a unos 20 o 25 nudos pero el día sigue plomizo y con promesas de continuidad en el mal tiempo, llueve de a ratos el viento rota al NW y hace un poco menos de frio, navegamos a 7 u 8 nudos casi constantes. En 24 horas desde nuestra zarpada de San Juan de Salvamento terminaríamos haciendo unas 120 millas, nada mal considerando el tiempo de las 8 horas a la capa.
La noche del 23 al 24 se presenta algo menos áspera que la anterior pero la promesa de mal tiempo se cumple y nuevamente tenemos fuertes vientos de unos 30 a 40 nudos del W y WSW, esta vez el barco no queda a la capa sino con la trinquetilla algo enrollada pero establecida y decido atar nuevamente la rueda del timón y el barco queda navegando a un través durante toda la noche, haciendo entre 4 y 5 nudos de velocidad a rumbo, de modo seguro y muy estable. Voy descubriendo las habilidades marineras del barco y cada vez me siento mas seguro. La tripulación descansa algo incómoda ya que los rolidos son fuertes. Durante la madrugada, alrededor de las 5 AM pasamos a la menor distancia de nuestras Islas Malvinas, a unas 100 millas al este!. Esa mañana del 24 ver el estado de la mar impresiona, olas que estimamos conservadoramente con alturas de 4 o 5 metros se suceden una tras otra, verdaderas paredes que permanentemente vienen por nuestro través, el Caoba se eleva con ellas, escora y las olas pasan, afortunadamente no hay rompientes en sus crestas. Pero las olas remanentes del NW no vienen por nuestro través sino que vienen por la amura de proa y por lo tanto el barco las atropella de tanto en tanto, en esos casos sentimos un temblor y luego un golpe y en una fracción de segundo una ola barre el barco completo. La chubasquera cerrada resulta una bendición y nos permite estar en el cockpit sin mojarnos y evitar en lo posible el mal de mar… los mareos… los tambuchos demuestran ser completamente herméticos, el trabajo constante de sellado había rendido sus frutos y no entraba ni una gota de agua. Seguimos todo el día con rumbo norte, solo con velas de proa y de acuerdo a las intensidades de viento vamos regulando cuanto enrollamos el yankee, nuevamente hacemos unas 120 millas en rumbo norte. La noche se presenta todavía áspera y nuevamente ato la rueda del timón estableciendo un rumbo al través del viento y de la ola, navegamos nuevamente sólo con la trinquetilla a unos 5 nudos. Calibrar la posición de la rueda del timón y el exacto cazado de la trinqueta me lleva un rato pero nuevamente la estrategia es exitosa y el barco queda navegando solo, a rumbo y en una condición segura. A la madrugada del 25 ya la guardia había liberado el timón y desplegado parte del yankee, la promesa de nuestros amigos de tierra que el día 25 iba ser un buen día se comienza a cumplir, el temporal estaba quedando atrás, ya al medio día sale el sol y con ello la energía vuelve y todos comenzamos a sentirnos con fuerzas y excelente ánimo, comenzamos a reponer energías y a alimentarnos casi normalmente. El día transcurre bastante tranquilo lo mismo que la noche con una luna llena espectacular, cocino unas riquísimas pizzas. El viento que hasta ahora había sido excesivo flaquea y toda la noche la hacemos a motor en un mar que comienza a parecer un lago… cuánto contraste!!! pensar que un par de días antes estábamos a la capa!. A la mañana del 26 el viento rota al E, el sol espléndido y por primera vez en muchos días establecemos todo el paño disponible, mayor a tope, yankee y trinquetilla, con un viento de traves hacemos 7, 8, 9 y a veces 10 nudos.. un placer!. Pero ya a la tarde el viento algo en aumento hace que tomemos unos rizos en la vela mayor. A media mañana pasamos la latitud de Puerto Deseado y decidimos seguir a caleta Hornos. El cilindro del hidráulico de piloto automático decide funcionar intermitentemente, un problema recurrente que había sido resuelto por última vez en Puerto Madryn en nuestro viaje de ida. La tripulación se compromete a timonear a mano, cosa que no me convence pero termino accediendo. Entrar en Deseado un viernes por la nochecita no nos garantizaba resolver el problema el sábado y la demora también nos hacía perder la ventana de tiempo favorable que teníamos para ir hasta Hornos, nuevamente la dictadura de los tiempos se impone, eso es algo que no me gusta pero por el momento parece un riesgo aceptable. Continuamos cruzando el golfo de San Jorge con vientos francos del E y ENE el Caoba sigue haciendo gala de sus habilidades marineras y seguimos haciendo millas y mas millas cómodamente a velocidades muy buenas, 7, 8, 9 nudos….
Es así como llegamos al récord de velocidad, 170 millas en 24 hs!. Para terminar arribando a Caleta Hornos a las 10 AM del 27 de Febrero, en una mañana neblinosa, que a último momento cuando ya estábamos a un par de millas de la costa se levantó, dejando paso a un paisaje increíble, una costa recortada con caletas, bahías, islotes, bajo fondos bordeada de cerros con colores amarillos y ocres y rojizos en un contraste hermoso con el mar azul y cielo celeste.
Fondeamos al abrigo de la conocida Caleta y nos dedicamos a descansar y visitar la zona donde estaríamos hasta la mañana del 1 de marzo en que zarpamos con rumbo al Golfo Nuevo, puerto Pirámides para esperar la próxima ventana favorable.
Sigfrido Nielsen
Caleta Hornos – Puerto Pirámides
Sigfrido Nielsen
05/03/2021
En los preparativos para la zarpada del día siguiente, 1 de marzo, me llama la atención el juego de la rueda del timón, decido ajustar los guardines del sector del timón, evidentemente el temporal pasado había exigido fuertes tensiones a los cables y estos se habían estirado un par de centímetros, la labor se realiza con éxito y nos vamos a descansar la noche del 28 para partir al día siguiente.
El 1 de marzo por la mañana levamos anclas y recogemos el cabo a tierra que en este par de días nos estabilizó, manteniendo el barco en el centro de la caleta a pesar de los cambios de vientos y las corrientes de marea.
Salimos en una mañana esplendida, sol radiante y con un viento Sur, con rumbo NNE directo hacia península Valdés, pasamos por el canal formado en entre la isla Leones y el Cabo San Gregorio, el que se halla más al sur de la península que cierra el golfo San Jorge por el norte, el otro cabo el Dos Bahías se halla un poco más al norte.
Salimos en plena bajante de sicigia y la corriente en el estrecho era importante, algunos escarceos dado el viento Sur que enfrentaba la corriente de Norte a Sur. El Caoba hacía sus cómodos 5 nudos sobre el agua, pero por momentos en el estrecho la velocidad de avance resultaba casi nula, remolinos y remansos se observaban en toda la extensión del estrecho. Finalmente, a vela terminamos de remontar el estrecho y al salir la corriente disminuyó, el barco comenzó a caminar cada vez más rápido, a unos 7 nudos y algo más con el viento sur que entraba por la aleta que se estabilizó en unos 22 reales.
El cielo comenzó a taparse con algunos cirrus y cirrostratos que venían del sur, lugar donde estaba el centro de baja presión que nos daba el viento para avanzar. El hidráulico del piloto automático que había empezado a funcionar se niega a hacerlo y comenzamos a timonear a mano.
Mientras Loco José en la cocina hace maravillas a las que por otra parte ya nos tiene acostumbrados y se cocina un chucrut acompañado con puré con los repollos que tenemos. Tener comida calidad gourmet en el viaje es impagable!!!.
José a estas alturas se ha ganado el título de tripulante estrella del viaje! Y encima ya se está insinuando que nos gana a todos jugando al truco!
El día se vuelve plomizo y con el avance de las horas el viento aumenta y comienza a llover, avanzamos a cómodos 7 u 8 nudos. Una excelente velocidad que nos hace prever el arribo a la boca del estrecho del golfo distante a 100 millas con la estoa de las 4 AM de la bajamar, ideal para entrar con corriente a favor.
El viento sigue aumentando y al atardecer reducimos paño para quedarnos sólo con el yankee bastante enrollado y la trinquetilla. Realizando esa maniobra la rueda del timón externo queda suelta para sorpresa de todos, luego de estabilizar el barco con la rueda de timón interna y poner el barco a navegar con el piloto automático encuentro que los guardines que el día anterior habíamos ajustado se habían salido de su lugar en el sector, posiblemente había quedado algo mal colocado, a estas alturas algo difícil de determinar la causa. Volvemos a colocar los guardines en su lugar y el problema no volvería a repetirse.
La corriente que antes nos ayudaba se ha vuelto en contra y el barco reduce el avance con lo cual ya comenzamos a prever el arribo con la estoa de la marea alta, a las 10 AM.
El inconveniente se presenta a medianoche cuando el avance disminuye aún mas y a las 4 AM se hace evidente que si no ponemos en marcha el motor y sacamos todo el paño para avanzar al menos a 7 nudos tampoco llegaremos a las 10 AM a la boca y eso se convertiría en un problema pues el viento que teníamos originalmente del SE estaba rotando al E y la corriente de bajante de la salida del golfo (que va del Oeste a Este), con viento opuesto del E generará fuertes escarceos que según los derroteros son muy de temer.
Puesto el motor en marcha, tercer mano de rizos, yankee semidesplegado y trinquetilla, el barco despega y comienza a hacer 7 u 8 nudos. La maniobra resulta exitosa y llegamos a punta Ninfas a las 10:30 con vientos de 25 nudos del E (que nos daban ya un aparente en ceñida), entramos y derivamos unos 20 grados para costear el límite E del golfo en busca de puerto Pirámides, distante a unas 18 millas, arribando aproximadamente a las 13 hs. para fondear frente al pueblo. Cuando intento establecer comunicación con la PNA para informar fondeo me responde simpáticamente Erik de la asociación de guardavidas de la playa :) y promete ayudarnos con la bajada a tierra, cosa que hace y al rato Juan de Patagonian Divers con su amigo el buzo Octavio se acerca con su trakker y nos baja a tierra. Si bien teníamos el gomón, el viento reinante y la distancia no hacían aconsejable el uso del mismo así que la gauchada de Juan nos viene excelente.
Bajamos a estirar las piernas, comprar algunas provisiones frescas, tomar un par de cervezas y regresar a media tarde nuevamente con la ayuda de Juan a nuestro hogar temporario.
La noche transcurre apacible si bien el viento E se hace sentir, pero estando al socaire con la costa de protección la ola es mínima y el fondo de arena es un excelente tendedero para el ancla.
El día siguiente, 4 de marzo se presenta también plomizo y pleno de chaparrones y tormentas eléctricas que se suceden todo el día. Aprovechamos para descansar, comunicarnos con nuestros familiares, actualizar pronósticos, etc. y prepararnos para la partida a la tardecita cosa que hacemos a las 19:15 cuando el viento sur pronosticado se comienza a hacer presente. Atrás queda Puerto Pirámides, un pintoresco pueblo que vive del turismo, principalmente del avisaje de ballenas y del buceo y que nos recibió con mucha hospitalidad.
Sigfrido Nielsen
Puerto Pirámides - Mar del Plata
Sigfrido Nielsen
08/03/2021
Partimos de Puerto Pirámides el 3/3 a las 19:15 hs con un leve sur, llegando a Punta Quilla, la boca del estrecho la visibilidad disminuye notablemente, una espesa niebla y cielo nublado se combinan para una noche cerrada, se escucha una bocina de barco lejana, un buque estaba entrando por el sur, mientras que nosotros saliamos bordeando la costa norte de la península. El AIS nos mostraba su posición y nos da la necesaria tranquilidad para continuar navegando relajados. Son las 12 de la noche y el viento sigue siendo suave. Continuamos a motor y vela, recién se comienza a establecer aproximadamente a las 3 AM del WSW para luego rotar al S y finalmente SE de donde lo tendríamos durante todo el dia 4. El mal tiempo dado por el centro de baja presión que nos daba este viento franco, se mantiene y el día transcurre con lluvias intermitentes, vientos del orden de los 15 a 20 nudos que nos permiten avanzar rápidamente con rumbo NE. Los modelos matemáticos de los pronósticos predicen que el viento SE durará todo el día y a la noche comenzará a disminuir y rotar al E y luego NE durante el dia siguiente (5 de marzo) al alejarse al E el centro de baja presión. Pablo nuestro navegador informa con orgullo que hacemos 164 millas en 24 hs!, muy cercano al récord de las 170 realizado pocos días atrás. Una muestra de las velocidades que es capaz de realizar el barco con vientos adecuados. Luego de una noche tranquila establecemos el motor a media mañana en el momento que una manada de delfines australes se hacen presentes y con sus piruetas, jueguitos y evoluciones en la proa nos divierten por largos minutos. El día comienza con un hermoso sol que luego queda semi-oculto por algunas nubes. La temperatura orillando los 20 grados se vuelve muy agradable y la temperatura del agua ya ha cambiado notoriamente ya se hace sentir con sus 19 grados. El cambio había comenzado llegando a Caleta Hornos donde pasó de unos 11 grados a unos 17 grados.
Luego de meses de tantas capas de ropa en el sur, vestirse más liviano es un alto placer.
El viento se establece del ENE y hacemos rumbo casi norte, apuntando aproximadamente a la ciudad de Necochea sobre la costa Bonaerense. Al atardecer el viento aumenta y se niega un poco con lo cual arribamos a la costa un poco al Oeste del puerto de Quequén, situado en la ciudad de Necochea. Viramos y hacemos un rumbo ESE que nos comienza a alejar de la costa y de nuestro rumbo directo… comenzamos a preocuparnos pero nuestros amigos en tierra, Vicente y Anibal nos tranquilizan vía teléfono satelital informando que el viento a medianoche rotará al N con lo cual podremos hacer rumbo ENE y bordear de este modo la costa bonaerense.
Se cumplen los pronósticos y hacemos rumbo directo durante toda la noche, a la mañana temprano del 7 de Marzo ya estamos a la altura de Miramar, se siente que estamos cerca, Paula desde tierra nos comenta que el velero Patinador con nuestros amigos Marcelo y Eduardo está saliendo de Mar del Plata para acompañarnos en conserva en nuestro arribo, unas horas después lo divisamos en la lejanía lo mismo que la ciudad de Mar del Plata. Nos sentimos felices y con todo el paño desplegado y acompañados por nuestros amigos realizamos un par de bordes para entrar al puerto y arribar a las 13 hs del domingo 7, tomando amarras en el Club Náutico Mar del Plata en una marina de la escollera externa propiedad de mi amigo Jorge. Habíamos logrado todos los objetivos propuestos!!! viajar con seguridad divertirnos, aprender, libres de todo tipo de accidentes y disfrutando de bellísimos lugares: Paso Guaraní, Isla Martillo y Harberton (en Tierra del Fuego), recalar en La Isla de los Estados incluyendo el mítico Faro de San Juan de Salvamento, Caleta Hornos y conocer la zona del Cabo Dos Bahías ese paraíso natural y protegido situado en el cabo norte del Golfo San Jorge, visitar Puerto Pirámides, bellisimo lugar, descansando y evitando vientos contrarios y además de todo eso llegar antes del 8 de Marzo y de este modo Fede y Pablo no tuvieran problemas con los días de vacaciones. Otra singladura realizada, orgullo de todos y demostrando que el trabajo en equipo es fundamental para realizar exitosamente los objetivos propuestos.
Saco la bandera Argentina que había colocado nuevita en Buenos Aires antes de la partida y que ya se encontraba algo desflecada luego de más de 3 meses de navegar continuamente y que soportara los fuertes vientos de nuestro sur Argentino, la firman todos los tripulantes incluyendo José que aclara con toda justicia que es el campeón de truco ja ja.
Al día siguiente Lunes 8 realizamos las tareas de limpieza, lavado con agua dulce, ordenando el barco y finalmente quedo solo a media tarde cuando todos parten hacia sus hogares. Queda por delante organizar las tareas de mantenimiento que llevarán unas pocas semanas hasta poder continuar rumbo a Buenos Aires para completar el viaje.
Caoba Rumbo Sur es un proyecto náutico con propósitos educativos y ecológicos sin fines de lucro.
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Desarrollo de Página: Federico Sarfatti. Producción: Fernando Mompó, Julián Morvillo, Carolina Najmias y Federico Sarfatti.
Redacción y Edición de Textos: Carolina Najmias. Prensa: Paula Cavicchia y Fernando Mompó
Todos ellos tripulantes del Caoba en alguna de sus etapas.