Buenos Aires - Mar del Plata
Tripulación en esta etapa:
Bitácora:
Buenos Aires - Mar del Plata
06/12/2024
La etapa 1, Buenos Aires - Mar del Plata, comenzó el 06/12/2024 a las 11:00 y finalizó el 08/12/2024 a las 18:00, con una duración total de 2 días y 7 horas
Victoria Amato
Bs. As - Mar del Plata
Victoria Amato
08/12/2024
Los días previos
Una vez más me sumo a la tripulación del Caoba para iniciar la primera etapa de la travesía por el Atlántico Sur con destino final a las Islas Malvinas. Esta vez participó únicamente de la etapa Buenos Aires – Mar del Plata. Somos un total de 7 tripulantes: Sigfrido, Cecilia, Claudia, Carlos, Silvana y Pablo. Con algunos ya participé de singladuras, con otros será mi primera navegación. En la etapa preparativos vía zoom y luego grupo de Whatsapp como siempre prima una destacada organización de las comidas, revisión y actualización de elementos de primeros auxilios y una buena predisposición general que anticipa que todo fluirá. En lo personal, además de compartir con amigos navegantes, para mí navegar en el Caoba representa una oportunidad de salir otra vez al mar, acumular millas náuticas y seguir aprendiendo sobre la vida a bordo que me gusta tanto.
7 de diciembre de 2024
Zarpada desde Buenos Aires
Reunidos tempranito en Dársena Norte y tras estibar el barco y asegurarme de saber de primera mano dónde está todo lo más rico -información preciada especialmente para las guardias nocturnas en donde el chocolate lo cambia todo- me ubiqué en el camarote de popa “el tomógrafo” a compartir con Claudia.
Comandados por Sigfrido, el capitán, realizamos la verificación y recorrido por los todos los sistemas a bordo (motor, maniobras, radio, activación de balsa salvavidas, ubicación de elementos de seguridad y primeros auxilios, etc). Zarpamos cerca de las 11.30, la salida de Dársena y del Puerto de Buenos sin mayores contratiempos. El clima fue mayormente soleado, con una ligera brisa proveniente del sur, que luego rotó al sudeste). Pasamos la rada de la Plata y poco a poco la costa argentina comenzó a desaparecer para encontrarnos sin vista de costa y en un mar calmo y lleno de esa energía que lo caracteriza y que tanto extrañaba.
Algunas horas de ese primer día, pese a la inicial resistencia de la tripulación, nos vimos obligados a apoyarnos en el motor, la única opción que nos daría garantía de mantener una velocidad estable y avanzar en rumbo. Hacia el atardecer, el Caoba comienza a adentrarse en el mar abierto, vamos con toda la vela aprovechando un viento moderado del sudeste, lo que nos permite a la tardecita optimizar el curso, aunque seguimos gran parte del día y noche con viento en contra. Entramos a la Bahía de Samborombón con viento de frente. Esperamos la virazón y luego otra vez motor en dirección a Punta Rasa.
La tripulación se prepara para la navegación nocturna. Se toman dos rizos de mayor y se verifica el equipo de luces y señales. La visibilidad en el mar es buena de noche porque además de las estrellas nos acompaña la luna. La tripulación establece turnos de 2 horas. Por las noches el viento aumentó, pero nunca llegó a incomodar. El barco avanzó con mayor rizada y yankee, lo cual nos permitió navegar a una velocidad que varió entre los 5 y 6 nudos. La tripulación se distribuye para el manejo de las velas y las tareas de navegación. Las guardias se comenzaron a las 22hs, de grupos de 2 tripulantes y por un máximo de 2 horas. La visibilidad siempre fue clara, la temperatura algo fresca, pero lo más increíble de esta travesía para mí fueron las increíbles noches repletas de estrellas que nos guiaron y acompañaron en las guardias nocturnas.
¿Qué decir de los almuerzos? Gracias a la mano de Claudia, comimos rico, sano y variado, lo recomendable siempre que se navega por varios días. El único exceso fue el queso. Por alguna razón, teníamos queso para sobrevivir a fondue por varios meses. De las bebidas etílicas mejor me reservo. Yo por costumbre, en general no bebo alcohol a bordo, pero una noche claudiqué y no me pude resistir un vinito tinto delicioso par acompañar la pasta que preparó Silvana. En general, como casi no cocino, yo siempre prefiero lavar los platos y la cocina.
El Caoba -- al igual que en previas singladuras, no deja de sorprenderme. Es un barco seguro, rápido y se desplaza como si fuera una extensión del mar, de las olas.
Al final del segundo día de navegación, el viento finalmente rotar hacia el norte, lo que tanto esperamos y lo que nos obliga a justar las velas y mantener un mejor rumbo en dirección a Mar del Plata, ya bordeando la costa. Conforme pasan las horas van quedando atrás la Bahía de Samborombón, Pinamar, Villa Gesel. Al amanecer del tercer día a bordo, empieza a vislumbrase la costa de Mar del Plata. La navegación sigue siendo tranquila y también la visibilidad. Lamentablemente esta vez no vemos delfines, sólo un mar de un color turquesa-verdoso hermoso y alguna que otra ave que decide acompañarnos.
9 de diciembre - Aproximación a Mar del Plata
Se avista la costa de Mar del Plata, aproximadamente a 10 millas náuticas. Pronto se realiza la reducción de velocidad y se preparan las velas para la entrada al puerto. Vemos pesqueros de bandera chinca esperando para entrar. La tripulación se coordina para las maniobras de entrada, asegurando que todo esté en orden. El capitán anuncia por radio el arribo a Puerto.
El Caboa entra sin dificultades al Puerto de Mar del Plata, pero por falta de agua nos vimos obligados a quedarnos al borneo justo delante de un barco de bandera francesa. El barco ordenado, la maniobra adujada y el barco seguro, terminamos el día con una picada increíble preparada por Claudia y Cecilia y un brindis entre tripulantes. La navegación a Mar del Plata fue tranquila y sin contratiempos mayores. El barco queda en Mar del Plata hasta su zarpada a las Malvinas. Algunos desembarcamos para volver de inmediato a Buenos Aires porque las obligaciones apremian. Otros se quedan paseando en las playas y disfrutando de la Feliz. ¡Hasta la próxima, Caboa!
Carlos María Pinasco
Bs. As - Mar del Plata
Carlos María Pinasco
08/12/2024
Me invita el capitán, don Sigfrido, a hacer una entrada en la bitácora de Caoba y yo gustoso y desactualizado a la vez le pido el libro y una lapicera.
Aclarado el equívoco, en el bus de vuelta a Buenos Aires, me pongo a teclear en el i-pad algún párrafo que, aunque sea rudimentariamente, refleje el placer de la resaca, de la que gozo desde que desembarcamos.
Me explico: las algo más de cincuenta horas a bordo desde que largamos amarras en Dársena no fueron todo chupi pero sí todas perfectas. El recuerdo es todavía mejor ya que excluye la incertidumbre que siempre existe y confirma el éxito. Y por añadidura abre nuevas expectativas.
Sigfrido tuvo la generosidad de convocarme, junto a una tripulación más que agradable (empezando por Ceci) a compartir la travesía a MDQ, primera etapa de su crucero a Malvinas. Es una pierna que hice muchas veces. Tal vez demasiadas. Vale aclarar al respecto que la amistad que hoy me une con el Capitán viene heredada de la mía con el papá de Ceci. A cierta altura los placeres gustan más… y recordarlas también.
A bordo
El Caoba es un barco extraordinario.
He navegado en varios, algunos más rápidos como el Sur,o de más eslora como el Fortuna.
Navegué mucho en el Fjord VI del Club, en barcos de amigos en el Náutico II. Tuve varios barcos propios. Pero repito,el Caoba es un barco extraordinario.
Es absolutamente seguro, sumamente cómodo, de maniobra fácil y perfectamente equipado.
Su capitán es, (sangre nórdica) la suma del equilibrio. Estricto pero ecuánime; domina a fondo todas las materias de la navegación pero siempre escucha otra opinión y conoce al dedillo cada pulgada de su barco. Precavido, la seguridad es siempre prioridad.
Tiene cada tanto, un fino sentido de humor y en su mente cartesiana caben también sentimientos y altruismos.
De bordes y guardias diré poco.
Los amaneceres y tramontos siempre son espectaculares y distintos. Pero de ellos se ocupan hoy los celulares.
Llegar al mar con sus ondas largas y colores increíbles, es, para mi, navegante de río, un regocijo único, pero describirlo es para poetas.
Diré en cambio que disfruté de cada minuto al timón del que me adueñé durante muchas horas. Que la tripulación, toda, se portó de maravillas y que comimos (y bebimos) como los dioses.
Qué más se puede pedir?
God save the Caoba and her captain!
Sigfrido Nielsen
Bitácora Bs As - Mar del Plata Diciembre 2024
Sigfrido Nielsen
08/12/2024
Y finalmente volvimos a Mar del Plata, primera escala del viaje programado a Malvinas para el verano del 2025. Como usualmente ocurre en verano en el Rio de la Plata el sudeste se hace presente casi a diario, en ese marco la salida del Rio de la Plata suele ser incómoda y requiere cierta planificación para no tener que enfrentar estos vientos cuya intensidad suele resultar muy incómoda para el navegante que pretende salir hacia el SE. De este modo y después de revisar y revisar los pronósticos salimos el sábado 6 en una hermosa mañana de sol desde el Yacht Club Argentino. El Caoba nos esperaba meciéndose en su amarra, tranquilo y sin apuro. Partimos ya pasadas las 11 de la mañana, no justificaba partir muy temprano ya que el prono indicaba tendríamos vientos de tranquila ceñida en el Río de la Plata provenientes de un frente sur, que al pasar Punta Indio se convertiría en un viento desfavorable y tendríamos que esperar su rotación hacia el E y NE cosa que ocurriría durante la tarde del domingo. Así las cosas mientras mas temprano saliésemos mas tendríamos que esperar dicha rotación. En otras palabras nos convenía el viento Sur mientras no llegáramos a Punta Piedras (extremo norte bahía Sanborombón), en ese momento lo ideal era que ya rotara al E para poder hacer rumbo directo a Punta Rasa.
Como siempre el objetivo principal de la navegación es pasar buenos momentos en seguridad, en ese marco el pronóstico meteorológico favorable es fundamental, siempre recordamos la frase “Los Caballeros no orzan” difícil a veces de mantener a rajatabla en el necesario equilibrio de las obligaciones familiares, fechas a cumplir, el trabajo, objetivos y otras restricciones que nos suele imponer la vida cotidiana.
El pronóstico meteorológico se cumplió puntualmente, ceñida muy suave con amuras a estribor en el Río de la Plata durante la tarde del sábado 6 de diciembre. Pasamos Punta Piedras temprano en la madrugada del Domingo 7 y la bahía de Sanborombón nos recibió con vientos suaves a medios de unos 17 a 20 nudos del sur que fueron disminuyendo durante la mañana para calmar al medio día, momento en que establecimos viento de sentina y rumbo directo a Punta Rasa, a media tarde el viento ya se estableció del NE y la componente norte con sus vientos francos y tranquilos no nos abandonaría hasta llegar a la perla del Atlántico el lunes a la tarde. Cerramos así otra navegación a Mar del Plata, y sin otras novedades que haberla completado disfrutando la navegación, el mar y los amigos.
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